domingo, 1 de marzo de 2009

Al señor Mauricio Funes


Teresa Guevara de López*
Sábado, 28 de Febrero de 2009
Como candidato a la presidencia por el FMLN, usted nos ha recetado la campaña más larga en la historia, cuya característica principal ha sido la oscuridad, la incongruencia y la inconsistencia en sus planteamientos. La experiencia adquirida durante sus años como periodista entrevistador, le ha permitido evadir respuestas y soslayar temas no deseados, muchos de los cuales son fundamentales para conocer su posición y la de su partido.

Pero, dos semanas antes de una de las elecciones más importantes en nuestra historia, los salvadoreños tenemos derecho a exigirle exprese claramente su posición, para saber a qué atenernos con respecto a la persona que pretende dirigir los destinos de nuestra Patria, y a los lineamientos del partido que lo postula.

Reelección indefinida y referéndum. Aunque para Ud. el tema de Venezuela no es relevante, Castro y Chávez ubican ya a El Salvador entre sus satélites, y Nidia Díaz asegura que buscarán un modelo similar, pues la prohibición de nuestra Constitución de efectuar referendos y plebiscitos es una debilidad de la democracia. Así demuestra ignorar las cláusulas pétreas (Art. 284) que no permiten reformas en lo que se refiere al territorio de la República, el sistema representativo y la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia.

Fábrica de empleos. ¿De dónde saldrán los $800 millones anuales para construir viviendas, caminos, obras de saneamiento ambiental, las presas a cuya construcción el FMLN se ha opuesto con violentas protestas, más el edificio futurista para la nunca vista fábrica de empleos? No vemos entre el grupo de sus amigos a ningún empresario de primer nivel que cuente con el capital, la experiencia y la trayectoria para realizar un proyecto tan poco realista.

El cambio. Aclare si el cambio que ofrece es del sistema de economía de mercado, al comunista totalitario. Culpa a ARENA de la pobreza y afirma que estamos peor que nunca, ignorando la enorme labor de reconstrucción de los daños causados por la guerra; los avances en educación, disminución de pobreza y evidente mejora en la calidad de vida de los salvadoreños, que pueden viajar, comer en restaurantes y tener celulares. Recuerde que no se puede salir del subdesarrollo en el corto plazo y que muchos países latinoamericanos creen que si en 15 años no han pasado al primer mundo, deciden cambiar el modelo, retroceden y destruyen todo lo que se había logrado.

El candidato/el partido. Aunque deberían ser la misma cosa, manejan un discurso diferente. En cuanto Ud. más afirma que mandará, más lo desautoriza el partido, no permitiéndole nombrar a ninguno de sus allegados. Igual divorcio en temas puntuales como TLC, dolarización, modelo Cuba/Venezuela, ideología marxista, que también profesa su señora esposa. La biografía de su vicepresidente proclamando su ideología y sus planes, más su cruel trayectoria en la guerrilla, confirman que Ud. es un candidato de imagen, pero sin poder de acción ni de decisión. Pasadas experiencias indican que los que no comulgan con la línea dura del partido, son expulsados y purgados. ¿Es lo que a Ud. también le espera?

Imagen internacional. Acusa a su contrincante de campaña sucia y de miedo, sin reparar que el temor de que Ud. llegue al poder llega más allá de nuestras fronteras. Lo ha expresado el columnista internacional Carlos Alberto Montaner y la Fundación Heritage, afirmando que hemos caminado hasta ubicarnos en la posición uno, al tener más inversión que otros países de la región, según la medición de actividades económicas y aspectos sociales. Pero advierten que son las elecciones y el temor de que el FMLN llegue al poder lo que genera incertidumbre, deteniendo ambiciosos proyectos de inversión privada y estatal.

Señor candidato, si pretende que tantos salvadoreños indecisos le den su voto, responda honradamente a estas cuestiones que son fundamentales para generar confianza en el futuro de El Salvador. Si no es capaz de hacerlo, será un claro índice de que toda su campaña ha estado basada en la mentira, lo cual constituye una verdadera traición.

*Columnista de El Diario de Hoy.

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